El sector de la posventa de automoción ha estado sometido a numerosas crisis, tantas como han afectado a la economía española desde que el desarrollismo de los años sesenta facilitó el acceso al automóvil del ciudadano medio. Sin embargo, ninguna ha sido tan intensa como la provocada el año pasado por la pandemia del coronavirus. Por eso, nada mejor que contar con la visión de Joan Lluís Sabaté, director general de ENGAR, una empresa miembro de ASER Automotive que lleva más de 65 años distribuyendo recambios y que guarda buena memoria de las peripecias históricas del sector. Se trata de una compañía que suministra recambios tanto para turismos como para vehículo industrial, pero que nadie dudaría en calificar de auténtica especialista en repuestos para camión, autobús y vehículo agrícola. Proveedora tanto de talleres multimarca como de flotas de autocares y transporte público, a lo largo del último año ha sido testigo privilegiado de la diferente evolución del transporte de mercancías y pasajeros.
 

La falta de movilidad ha hecho mucho daño al V.I.

«La verdad es que esta pandemia, con sus restricciones a la movilidad para controlar los contagios, ha hecho mucho daño a la posventa de vehículo industrial. Esta parte del sector se basa en el movimiento de camiones y autobuses y las restricciones a la movilidad lo han limitado mucho, especialmente en el caso de las flotas dedicadas al transporte de pasajeros», señala Joan Lluis Sabté, Director general de ENGAR GESTIÓ GRUP.

«La crisis de la COVID-19 ha generado muchas situaciones de tensión con los proveedores. Ha habido una ruptura de la oferta. Les hemos pedido piezas y en muchas ocasiones o no las tenían o las tenían que pedir a sus fábricas centrales. El problema de la distribución no ha sido solo de demanda, de la falta de actividad y pedidos de nuestros clientes, también de oferta».

 

No te pierdas la videoentrevista completa, y los problemas a los que se enfrentan los profesionales del sector, en las palabras del responsable de Engar.