Hijos de Froilan Fernández es una empresa vinculada al sector de la posventa de V.I. desde hace más de 50 años, primero como reparadores de ballestas y de carpintería metálica, para ser hoy un referente en la fabricación de chasis y reparación de carrocerías y de mecánica para vehículo industrial en Almagro (Ciudad Real), donde posee unas instalaciones de unos 25.000 m2. Manuel Fernández Romero, gerente, nos ofrece su visión sobre los retos del taller especialista del vehículo industrial.

 

¿Cuáles son los desafíos actuales del taller de Vehículo Industrial?

«El principal desafío es seguir dando un buen servicio a pesar de los avances en los vehículos. Para ello, el taller debe contar con las herramientas y la maquinaría adecuada. pues los vehículos llevan cada vez más tecnología, y su reparación también evoluciona. En nuestro caso, procuramos estar al día de todas las novedades para estar preparados a la hora de realizar cualquier intervención. Y es que, en este sentido, la formación continua tiene una papel fundamental. Por otra parte, otro desafío al que no parece que se preste atención suficiente es la dificultad de encontrar personal cualificado. Cada vez es más complicado encontrarlo. Además, es un problema que creo que irá a más pues se están jubilando profesionales que empiezan a no tener recambio».

¿De qué factores concretos va a depender la rentabilidad del mantenimiento y reparación del V.I. en la movilidad que viene?

«Desde mi punto de vista, los negocios de posventa ya estamos sufriendo un problema de rentabilidad. Hace unos años los negocios sí eran rentables, pero actualmente con poco más que consigues ir cubriendo costes. La guerra de precios que se ha instalado en el sector ha hecho mucho mal, incluso se ha llevado por delante a muchos negocios que han tenido que cerrar. Y a pesar de la mejora de la economía, que podía haber traído aparejado un incremento de los precios, esto no ha pasado. Así, con precios bajos y márgenes cada vez más estrechos es muy difícil ser rentable».

¿Qué efectos puede tener sobre los talleres de V.I. el eventual auge del cliente de flota frente al transportista autónomo? ¿Cómo puede prepararse para ese escenario?

«En este supuesto, pienso al contrario de lo que indican estas tendencias de mercado, pues en mi opinión cada vez va a haber un mayor peso de la figura del autónomo en el transporte ¿Por qué? No son pocos los flotistas que cada vez más, están teniendo problemas para cubrir puestos de chóferes. Los márgenes son tan ajustados que los sueldos de los conductores profesionales están bajando, lo que lleva a muchos de ellos a convertirse en autónomos que trabajar por su cuenta. Incluso acaban haciendo trabajos para esas flotas para las que antes trabajaban por cuenta ajena. Y es que no son pocas las flotas —conozco varios casos— que tienen vehículos parados por falta de chóferes, lo que obliga a muchas de ellas a echar mano de autónomos. Como digo, creo que la figura del autónomo en el transporte tiene mucho futuro».

¿Cómo, si es que lo va a hacer, va a afectar a los talleres el vehículo industrial conectado?

«No creo que afecte demasiado. Al final, por mucha tecnología que incorporen los vehículos, tarde o temprano tienen que pasar por el taller para someterse a un mantenimiento o reparación. Y eso podrá evolucionar pero no desaparecerá. Es más, precisamente por esa mayor carga tecnológica en los vehículos cada vez es más difícil —por no decir casi imposible— para un no profesional intentar ‘arreglos’ por su cuenta, con lo que la figura del taller será aún más importante en el futuro».

¿Qué papel juegan las redes de talleres de V.I.? ¿Qué aportan a los talleres? ¿Qué deberían aportar?

«En mi opinión, las redes de talleres ofrecen lo que ofrecen todos los talleres, estén o no en red: servicio, calidad… Un punto a su favor es, por ejemplo, la garantía nacional, incluso europea que ofrecen algunas de ellas, y que es muy valorada, más en el caso de un cliente profesional que necesita asistencia inmediata en cualquier punto de la geografía, incluso fuera de España».

¿Y los recambios? ¿Cómo van a ser los recambios y las reparaciones en la era de la nueva movilidad? ¿Podrán los talleres acceder a la formación e información técnica necesaria para seguir reparando los nuevos vehículos?

«La clave para el taller va a estar en poder ponerse al día: la formación. En este sentido, los talleres más pequeños es posible que sean los que más problemas puedan tener por la escasa disponibilidad de tiempo para formarse, pero los talleres que puedan prepararse estarán en condiciones de reparar los nuevos vehículos, tengan la tecnología que tengan. A esto hay que añadir que, para formarse y tener acceso a la maquinaria y herramientas necesarias para reparar los nuevos vehículos, hace falta dinero, y si estamos hablando de rentabilidades cada vez más bajas, esto no será sencillo para muchos talleres. Y para completar la ecuación volvemos a lo que decía antes: tener mano de obra cualificada, ni es sencillo por si escasez ni es barato: un buen mecánico cuesta dinero y si no eres capaz de generarlo se acabará marchando…».