Avenmar, empresa zaragozana especializada en recambios, accesorios, maquinaria y equipamiento para vehículo industrial, ofrece soluciones para todo tipo de camión, autobús y semirremolque desde 1983. Perteneciente al grupo de distribución URVI desde 1996, sus principales activos son la seriedad y profesionalidad, lo que les permite contar con la confianza de los principales fabricantes de recambios, ostentando la distribución de las primeras marcas del sector. Su gerente, Martín Castillo, nos ofrecer su visión sobre los retos del taller de V.I., así como el papel de la distribución de recambios en su presente y futuro.

 

¿Cuál es el papel de los distribuidores de recambios en la posventa del VI?

«Proporcionar herramientas para que el mantenimiento y la reparación del vehículo se lleven a cabo con la eficacia y eficiencia requeridas (diagnosis, formación, novedades técnicas, etc)»

¿Cuáles son los desafíos actuales del taller de Vehículo Industrial?

«Adaptarse al cambio de escenario tecnológico (electrónica, conectividad…) y fidelizar a su cliente aportando valor añadido (servicio, profesionalidad, innovación, asesoramiento) El taller no ha de ser un reparador, ha de ser un consejero que ofrezca confianza. Hay que separar valor y precio también en las reparaciones y potenciar la faceta comercial del taller, no ciñéndose a abaratar el coste de una reparación sino adaptándose a la necesidad y utilidad del transportista, explicando y aconsejando para que esa confianza que antes citaba sea la base de la fidelización».

¿De qué factores concretos va a depender la rentabilidad del mantenimiento y reparación del V.I. en la movilidad que viene?

«Una adecuada previsión de mantenimientos y reparaciones evita costes añadidos y para ello ha de haber una estrecha relación de colaboración y confianza entre todos los eslabones de la cadena (fabricante-distribuidor-taller-transportista)»

¿Qué efectos puede tener sobre los talleres de V.I. el eventual auge del cliente de flota frente al transportista autónomo? ¿Cómo podemos prepararnos para ese escenario?

«El taller debe fidelizar con un servicio de calidad a su cliente, sea autónomo o pequeña flota que no tenga servicio de reparación propia e incluso ofrecer sus servicios a quien disponga de ella para picos de trabajo o problemas específicos. Un taller reparador de V.I. debe hacer valer su trabajo, prestigiándolo de muchas maneras, de modo que la elección del taller se base cada vez más en criterios de confianza y no sólo de precio. Si no solemos acudir al abogado, al dentista o incluso al restaurante únicamente por precio, lo mismo ha de ocurrir en la reparación de vehículos y más si son de uso profesional. También hemos de ampliar las miras de nuestro negocio, ofreciendo nuevos servicios o ampliando los servicios a otro tipo de vehículos más allá de ‘los de toda la vida’. Hay muchos vehículos industriales ligeros que generan negocio y son propiedad de autónomos y que no conocen muchas alternativas para reparar. El taller debe ser más proactivo en el mantenimiento e incremento de su cartera de clientes».

¿Cómo, si es que lo va a hacer, va a afectar a los talleres el vehículo industrial conectado?

«Afectará al taller que quiera apostar por el futuro (ya presente) de manera positiva. Un taller preparado va a poder ofrecer servicios de valor añadido que redunden en estrechar la relación con su cliente, que va a percibir una mayor profesionalidad y confianza. Está en manos de la distribución defender los derechos de competencia para que la información sea accesible en nuestro sector y permita una libre elección al cliente final».

¿Qué papel juegan las redes de talleres de V.I.? ¿Qué aportan los talleres? ¿Qué deberían aportar?

«Sobre todo, confianza y valor añadido, una red profesional debe emular de alguna manera lo que representa la red marquista. Debe transmitir imagen de seguridad y preparación ofreciendo servicios que fuera de la red serían más complicados de ofrecer. El reto del futuro requiere preparación y emprender un viaje de la mano del colaborador adecuado que ofrezca productos y servicios que coloquen al taller y a la red en vanguardia».

¿Y los recambios? ¿Cómo van a ser los recambios y las reparaciones en la era de la nueva movilidad? ¿Podrán los talleres acceder a la formación e información técnica necesaria para seguir reparando los nuevos vehículos?

«En la actualidad, ya hay mucha gente en la sombra que está trabajando para que esto ocurra, desde fabricantes hasta asociaciones, aunque no siempre esa labor es visible para el resto del sector. Hemos superado otros retos y estoy convencido de que también lo haremos ahora. La reparación de V.I. lleva años viviendo cambios y lo seguirá haciendo, siempre de manera gradual. Tan solo hace falta que todos estemos preparados para el futuro y esto se consigue trabajando cada día para conseguir esta preparación».