Alfonso Abril empezó trabajando en el taller. Es la segunda generación de Transportes Las Maravillas, una empresa familiar radicada en Sangonera la Seca (Murcia), que proporciona servicios de transporte nacional e internacional de mercancías desde hace más de treinta años. Alfonso ha sido de todo en la compañía. Además de familiarizarse desde muy joven con la mecánica de los vehículos también ha ejercido de conductor, cargador y, en definitiva, de casi todas las actividades profesionales que se pueden realizar en una empresa como Transportes Las Maravillas. En la actualidad es “Fleet Manager” de la empresa. ¿Te animas a conocer su visión del futuro de las flotas y de los talleres de reparación de vehículo industrial? Asómate…

El cliente, en el centro de todo

El cliente siempre ha sido lo más importante para cualquier empresa. Pero, ahora, con el nivel de competencia que hay en los mercados aún lo es más. El cliente, tengas una flota o un taller que mantiene vehículos, tiene que estar en el centro de todo. Nosotros, como empresa de transportes, estamos obligados a proponer a los clientes cosas diferentes a las que ofrecen nuestros competidores, diferentes… y mejores. Tenemos que proponerles servicios que nos hagan valiosos, que nos hagan necesarios, imprescindibles si puede ser. Creo que esto mismo es lo que les ocurre a los talleres de reparación que cuidan de flotas de vehículos como las de nuestra empresa, que tienen que hacerse imprescindibles ante sus clientes flotistas, ante nosotros. Tienen que proponerte servicios que te den claras ventajas, que ayuden a tu negocio más que los de otros.

Las nuevas tecnologías, con los pies en el suelo

El futuro no está escrito en ningún sitio. Se va escribiendo poco a poco. Es verdad que se habla mucho de otras formas de mover los vehículos que no son los motores diesel, o de los vehículos que se conducen solos, pero la verdad es que lo que hoy por hoy está acelerando los cambios en las flotas son, por ejemplo, las tecnologías telemáticas. Sus resultados son fáciles de medir. Saber qué tipo de vehículos se van a imponer en el futuro es más difícil.

Hay que estar pendientes de las nuevas tecnologías, pero siempre con los pies en el suelo. A nadie se le ocurriría hoy, por mucho que puedas leer en las revistas que ya hay vehículos industriales eléctricos muy interesantes, convertir en eléctrica toda tu flota para el transporte de largas distancias. Es una locura. Otra cosa es pensar en el gas, hacer números y llegar a la conclusión de que te salen, porque ya te dan bastante autonomía, su mantenimiento es similar al diesel y vas a tener donde repostar en cualquier lugar de Europa, además de que te pones en sintonía con las leyes, cada vez más duras, que luchan contra la contaminación y las emisiones de los vehículos. El 100% eléctrico no es para ahora, como no lo es el vehículo industrial autónomo. Al revés, el problema que tenemos las flotas no son esos camiones que se conducen solos, sino la falta de conductores. Conceptos como el camión autónomo olvidan que los conductores también tienen un papel en las descargas. Cuando hablamos de eso que se habla ahora tanto, de la nueva movilidad de las mercancías, hay que pensar siempre con los pies en el suelo. ¿Tecnología? Sí, por supuesto. Pero la que ya está disponible y te ofrece grandes ventajas. Sí a la telemática, sí al gas. Camiones eléctricos puros y que se conducen solos tendrán que esperar.

Inversiones de una flota a tres o cinco años

¿En qué debo invertir si tengo una flota que quiero que sea eficiente y rentable a tres o cinco años? Si aún no has hecho los deberes en telemática, igual llegas tarde. Es una tecnología que debería estar integrada en todas las empresas de transporte que quieran ofrecer un servicio seguro y rápido. Te facilita muchísimo el día a día. Y te permiten ofrecer unas ventajas al cliente a las que otros competidores no pueden llegar. No compites por precio. Al revés. El precio siempre es importante, pero tu puede ofrecer al cliente otras cosas, que tienen que ver con las características de tu empresa, con la inversión que has hecho en esas tecnologías, en esos proceso, que te hacen más eficiente, que te permiten hacer más cosas con menos esfuerzo, cosas que, insisto, valora el cliente. Ahí, el precio deja de tener tanta importante. Ahí el cliente te prefiere a ti porque eres distinto, le das algo valioso y eso siempre aleja la negociación del precio.

Hay que invertir en la tecnología adecuada, del vehículo y de gestión de procesos, pero también en proveedores. Elegir buenos proveedores no es fácil. En el caso de los talleres que mantienen y reparan los vehículos de una flota de transporte de larga distancia, aún menos. Con cada vehículo que se para estás poniendo tu rentabilidad en sus manos. Y sí, el precio tiene su importancia, pero no hay nada más importante que reducir al máximo esas paradas, para que sean pocas, planificadas siempre, y duren muy poco tiempo. El mantenimiento eficiente del vehículo industrial es fundamental para una flota. No puedes dejar en manos de cualquiera el mantenimiento de una flota de vehículo industrial que hace largas distancias.