Las redes especialistas en V.I. satisfacen las expectativas de sus talleres, aunque sólo un 10% del total pertenece a una

Las redes especialistas en V.I. satisfacen las expectativas de sus talleres, aunque sólo un 10% del total pertenece a una

¿Cómo perciben los negocios dedicados al mantenimiento y reparación de vehículo industrial, sean miembros o no, a las redes de talleres especialistas en V.I.? ¿Qué es lo que más valoran de sus redes los talleres abanderados? ¿Qué razones esgrimen los talleres para no estar abanderado y qué posibilidades dan a pertenecer a una red? Estas han sido algunas de las preguntas a las que ha intentado dar respuesta un reciente estudio, el segundo que se realiza de este tipo en España.

El segundo bloque de contenidos del III Congreso de Talleres de Vehículo Industrial de la Posventa Plural, organizado por el Club de la Posventa de V.I. y celebrado en el marco de Motortec Madrid 2022, lo abrió de nuevo Enrique Gómez, de Thot Data, quien intervino para presentar otro estudio: ‘Así valoran las redes de talleres de V.I. los empresarios de la reparación españoles. Informe de notoriedad y percepción entre talleres abanderados y no abanderados’.

En él se pone de manifiesto que las redes de talleres de V.I. aún tienen camino por recorrer, ya que, de los 3.142 talleres especialistas en vehículo pesado existentes en España, apenas el 10,2% (320) está adherido a alguna red. Es más, más de la mitad de los talleres de V.I. no abanderados no ha tenido un acercamiento efectivo a la pertenencia a una red.

En su mayoría, el principal motivo para no pertenecer a una red de V.I. está en que las opciones existentes “no le convencen” (un 39,3%). Otro 24% “porque nunca lo ha pensado”, mientras que un 14,9 % no las conoce bien e idéntico porcentaje “porque nunca me lo han ofrecido”.

Y un dato para el optimismo: apenas un 6,8% no pertenece a ninguna red porque ya estuvo, pero se salió. Además, la gran mayoría de los talleres no abanderados (un 77,1%) vería con otra actitud su pertenencia a una red especialista de V.I. si percibieran que les puede generar negocio.

No obstante, los talleres no abanderados no parecen muy inclinados a enrolarse en alguna de las redes especialistas de V.I. Así, el 62,2% da ninguna o muy pocas posibilidades a que su taller se adhiera a una red especializada de V.I. en un futuro cercano. Es más, apenas un 2,8% asegura haber «muchas» posibilidades.

Por lo que se refiere a la valoración de las redes de V.I. por parte de sus talleres adheridos, casi todos los aspectos analizados en el estudio (formación técnica y general, información técnica, imagen de marca, proveedor experto y fiable) son considerados de alta importancia por los talleres en red. Y en todos ellos, las redes aportan un valor medio superior, lo que supone que las redes satisfacen las expectativas de sus talleres.

Sin embargo, el aspecto más valorado, la capacidad de generar negocio, es precisamente el valor en el que las redes de V.I., pese a aportar alto valor, lo hacen por debajo de las expectativas de sus abanderados (un 4,09 sobre 5 de importancia frente a un 4,03 de puntuación del valor que aporta la red).

Las redes ayudan a ser más rentables y eficientes

No obstante, la percepción que tienen los talleres abanderados de las redes a las que pertenecen es muy positiva, con una valoración (9,52 sobre 10) y grado de recomendación (9,64 sobre 10) medios muy altos. De hecho, en ambos casos, solo un 2,8% de los talleres consultados establecen una valoración inferior al 9, (en los valores 7 y 8 de la escala). Además, también la inmensa mayoría percibe que la red a que pertenecen les ayuda a ser más rentables y eficientes.

En este sentido, ningún taller abanderado abandonaría el modelo comercial de pertenencia a una red. Una minoría (apenas un 4,1%) se plantea un cambio, pero hacia otra red y no para salir del modelo comercial en que se encuentra. De este modo, la gran mayoría no se plantea un cambio (96%), lo que resulta coherente con el grado de valoración de la red de pertenencia, aunque bastantes (75%) están abiertos a escuchar otras opciones.

¿Qué preocupa al taller de V.I.?

En cuanto a la competencia en el sector, la del taller oficial, el auge del cliente flotista, las dudas de realizar o no inversiones en el propio negocio y la competencia por precio son, por este orden, los aspectos que más preocupan a los talleres multimarca de V.I. actualmente. En cambio, la captación de talento joven o la formación general son aspectos que apenas preocupan. Eso sí, se detecta un mayor grado de preocupación en los talleres no abanderados a ninguna red especializada en VI.

Por último, el taller de vehículo pesado muestra también poco interés en el asociacionismo: apenas dos de cada diez (el 21,2%) están integrados en alguna asociación de talleres provincial. Este porcentaje es claramente superior entre los talleres abanderados a una red de V.I. (25,8%), que entre los que no pertenecen a ninguna (16,5%). Asimismo, la satisfacción con estas asociaciones es ligeramente superior también entre los talleres en red (7,87), que entre los no abanderados (7,17).

«El principal desafío del taller de V.I. es seguir dando un buen servicio a pesar de los avances en los vehículos», Manuel Fernández, gerente de Hijos de Froilán Fernández

«El principal desafío del taller de V.I. es seguir dando un buen servicio a pesar de los avances en los vehículos», Manuel Fernández, gerente de Hijos de Froilán Fernández

Hijos de Froilan Fernández es una empresa vinculada al sector de la posventa de V.I. desde hace más de 50 años, primero como reparadores de ballestas y de carpintería metálica, para ser hoy un referente en la fabricación de chasis y reparación de carrocerías y de mecánica para vehículo industrial en Almagro (Ciudad Real), donde posee unas instalaciones de unos 25.000 m2. Manuel Fernández Romero, gerente, nos ofrece su visión sobre los retos del taller especialista del vehículo industrial.

 

¿Cuáles son los desafíos actuales del taller de Vehículo Industrial?

«El principal desafío es seguir dando un buen servicio a pesar de los avances en los vehículos. Para ello, el taller debe contar con las herramientas y la maquinaría adecuada. pues los vehículos llevan cada vez más tecnología, y su reparación también evoluciona. En nuestro caso, procuramos estar al día de todas las novedades para estar preparados a la hora de realizar cualquier intervención. Y es que, en este sentido, la formación continua tiene una papel fundamental. Por otra parte, otro desafío al que no parece que se preste atención suficiente es la dificultad de encontrar personal cualificado. Cada vez es más complicado encontrarlo. Además, es un problema que creo que irá a más pues se están jubilando profesionales que empiezan a no tener recambio».

¿De qué factores concretos va a depender la rentabilidad del mantenimiento y reparación del V.I. en la movilidad que viene?

«Desde mi punto de vista, los negocios de posventa ya estamos sufriendo un problema de rentabilidad. Hace unos años los negocios sí eran rentables, pero actualmente con poco más que consigues ir cubriendo costes. La guerra de precios que se ha instalado en el sector ha hecho mucho mal, incluso se ha llevado por delante a muchos negocios que han tenido que cerrar. Y a pesar de la mejora de la economía, que podía haber traído aparejado un incremento de los precios, esto no ha pasado. Así, con precios bajos y márgenes cada vez más estrechos es muy difícil ser rentable».

¿Qué efectos puede tener sobre los talleres de V.I. el eventual auge del cliente de flota frente al transportista autónomo? ¿Cómo puede prepararse para ese escenario?

«En este supuesto, pienso al contrario de lo que indican estas tendencias de mercado, pues en mi opinión cada vez va a haber un mayor peso de la figura del autónomo en el transporte ¿Por qué? No son pocos los flotistas que cada vez más, están teniendo problemas para cubrir puestos de chóferes. Los márgenes son tan ajustados que los sueldos de los conductores profesionales están bajando, lo que lleva a muchos de ellos a convertirse en autónomos que trabajar por su cuenta. Incluso acaban haciendo trabajos para esas flotas para las que antes trabajaban por cuenta ajena. Y es que no son pocas las flotas —conozco varios casos— que tienen vehículos parados por falta de chóferes, lo que obliga a muchas de ellas a echar mano de autónomos. Como digo, creo que la figura del autónomo en el transporte tiene mucho futuro».

¿Cómo, si es que lo va a hacer, va a afectar a los talleres el vehículo industrial conectado?

«No creo que afecte demasiado. Al final, por mucha tecnología que incorporen los vehículos, tarde o temprano tienen que pasar por el taller para someterse a un mantenimiento o reparación. Y eso podrá evolucionar pero no desaparecerá. Es más, precisamente por esa mayor carga tecnológica en los vehículos cada vez es más difícil —por no decir casi imposible— para un no profesional intentar ‘arreglos’ por su cuenta, con lo que la figura del taller será aún más importante en el futuro».

¿Qué papel juegan las redes de talleres de V.I.? ¿Qué aportan a los talleres? ¿Qué deberían aportar?

«En mi opinión, las redes de talleres ofrecen lo que ofrecen todos los talleres, estén o no en red: servicio, calidad… Un punto a su favor es, por ejemplo, la garantía nacional, incluso europea que ofrecen algunas de ellas, y que es muy valorada, más en el caso de un cliente profesional que necesita asistencia inmediata en cualquier punto de la geografía, incluso fuera de España».

¿Y los recambios? ¿Cómo van a ser los recambios y las reparaciones en la era de la nueva movilidad? ¿Podrán los talleres acceder a la formación e información técnica necesaria para seguir reparando los nuevos vehículos?

«La clave para el taller va a estar en poder ponerse al día: la formación. En este sentido, los talleres más pequeños es posible que sean los que más problemas puedan tener por la escasa disponibilidad de tiempo para formarse, pero los talleres que puedan prepararse estarán en condiciones de reparar los nuevos vehículos, tengan la tecnología que tengan. A esto hay que añadir que, para formarse y tener acceso a la maquinaria y herramientas necesarias para reparar los nuevos vehículos, hace falta dinero, y si estamos hablando de rentabilidades cada vez más bajas, esto no será sencillo para muchos talleres. Y para completar la ecuación volvemos a lo que decía antes: tener mano de obra cualificada, ni es sencillo por si escasez ni es barato: un buen mecánico cuesta dinero y si no eres capaz de generarlo se acabará marchando…».

«El taller de V.I. no ha de ser sólo un reparador, ha de ser un consejero que ofrezca confianza, potenciando su faceta comercial», Martín Castillo, Avenmar

«El taller de V.I. no ha de ser sólo un reparador, ha de ser un consejero que ofrezca confianza, potenciando su faceta comercial», Martín Castillo, Avenmar

Avenmar, empresa zaragozana especializada en recambios, accesorios, maquinaria y equipamiento para vehículo industrial, ofrece soluciones para todo tipo de camión, autobús y semirremolque desde 1983. Perteneciente al grupo de distribución URVI desde 1996, sus principales activos son la seriedad y profesionalidad, lo que les permite contar con la confianza de los principales fabricantes de recambios, ostentando la distribución de las primeras marcas del sector. Su gerente, Martín Castillo, nos ofrecer su visión sobre los retos del taller de V.I., así como el papel de la distribución de recambios en su presente y futuro.

 

¿Cuál es el papel de los distribuidores de recambios en la posventa del VI?

«Proporcionar herramientas para que el mantenimiento y la reparación del vehículo se lleven a cabo con la eficacia y eficiencia requeridas (diagnosis, formación, novedades técnicas, etc)»

¿Cuáles son los desafíos actuales del taller de Vehículo Industrial?

«Adaptarse al cambio de escenario tecnológico (electrónica, conectividad…) y fidelizar a su cliente aportando valor añadido (servicio, profesionalidad, innovación, asesoramiento) El taller no ha de ser un reparador, ha de ser un consejero que ofrezca confianza. Hay que separar valor y precio también en las reparaciones y potenciar la faceta comercial del taller, no ciñéndose a abaratar el coste de una reparación sino adaptándose a la necesidad y utilidad del transportista, explicando y aconsejando para que esa confianza que antes citaba sea la base de la fidelización».

¿De qué factores concretos va a depender la rentabilidad del mantenimiento y reparación del V.I. en la movilidad que viene?

«Una adecuada previsión de mantenimientos y reparaciones evita costes añadidos y para ello ha de haber una estrecha relación de colaboración y confianza entre todos los eslabones de la cadena (fabricante-distribuidor-taller-transportista)»

¿Qué efectos puede tener sobre los talleres de V.I. el eventual auge del cliente de flota frente al transportista autónomo? ¿Cómo podemos prepararnos para ese escenario?

«El taller debe fidelizar con un servicio de calidad a su cliente, sea autónomo o pequeña flota que no tenga servicio de reparación propia e incluso ofrecer sus servicios a quien disponga de ella para picos de trabajo o problemas específicos. Un taller reparador de V.I. debe hacer valer su trabajo, prestigiándolo de muchas maneras, de modo que la elección del taller se base cada vez más en criterios de confianza y no sólo de precio. Si no solemos acudir al abogado, al dentista o incluso al restaurante únicamente por precio, lo mismo ha de ocurrir en la reparación de vehículos y más si son de uso profesional. También hemos de ampliar las miras de nuestro negocio, ofreciendo nuevos servicios o ampliando los servicios a otro tipo de vehículos más allá de ‘los de toda la vida’. Hay muchos vehículos industriales ligeros que generan negocio y son propiedad de autónomos y que no conocen muchas alternativas para reparar. El taller debe ser más proactivo en el mantenimiento e incremento de su cartera de clientes».

¿Cómo, si es que lo va a hacer, va a afectar a los talleres el vehículo industrial conectado?

«Afectará al taller que quiera apostar por el futuro (ya presente) de manera positiva. Un taller preparado va a poder ofrecer servicios de valor añadido que redunden en estrechar la relación con su cliente, que va a percibir una mayor profesionalidad y confianza. Está en manos de la distribución defender los derechos de competencia para que la información sea accesible en nuestro sector y permita una libre elección al cliente final».

¿Qué papel juegan las redes de talleres de V.I.? ¿Qué aportan los talleres? ¿Qué deberían aportar?

«Sobre todo, confianza y valor añadido, una red profesional debe emular de alguna manera lo que representa la red marquista. Debe transmitir imagen de seguridad y preparación ofreciendo servicios que fuera de la red serían más complicados de ofrecer. El reto del futuro requiere preparación y emprender un viaje de la mano del colaborador adecuado que ofrezca productos y servicios que coloquen al taller y a la red en vanguardia».

¿Y los recambios? ¿Cómo van a ser los recambios y las reparaciones en la era de la nueva movilidad? ¿Podrán los talleres acceder a la formación e información técnica necesaria para seguir reparando los nuevos vehículos?

«En la actualidad, ya hay mucha gente en la sombra que está trabajando para que esto ocurra, desde fabricantes hasta asociaciones, aunque no siempre esa labor es visible para el resto del sector. Hemos superado otros retos y estoy convencido de que también lo haremos ahora. La reparación de V.I. lleva años viviendo cambios y lo seguirá haciendo, siempre de manera gradual. Tan solo hace falta que todos estemos preparados para el futuro y esto se consigue trabajando cada día para conseguir esta preparación».

«La distribución de recambios comienza a dejar de ser nuestro papel fundamental: debemos ejercer otros para seguir estando muy presentes en la cadena de valor», Javier Lorenzo, Civiparts

«La distribución de recambios comienza a dejar de ser nuestro papel fundamental: debemos ejercer otros para seguir estando muy presentes en la cadena de valor», Javier Lorenzo, Civiparts

Civiparts España, presente en el mercado español desde 2008, cuenta en la actualidad con 6 delegaciones en territorio nacional (San Fernando de Henares (Madrid) —donde acaba de estrenar su nueva sede central—, Barberá del Vallés (Barcelona), Librilla (Murcia), Mérida (Badajoz), O Porriño (Pontevedra) y Ribarroja del Turia (Valencia). Javier Lorenzo, su director general, nos habla de los desafíos del taller de V.I. y cómo la distribución de recambios ejerce un papel fundamental en la cadena de valor de la posventa del vehículo industrial.

 

¿Cuáles son los desafíos actuales del taller de Vehículo Industrial?

«No han variado en exceso en los últimos años: acceso a la información técnica de los fabricantes y a su correcta identificación dentro de nuestro canal. Igualmente, está muy presente la diagnosis de los vehículos. En este sentido, desde mi punto de vista, todo taller debe disponer de una o varias máquinas de diagnosis».

¿Qué papel ejerce y ejercerá la distribución de recambios en este segmento del mercado?

«La distribución y comercialización del recambio comienza a dejar de ser nuestro papel fundamental, aun siendo el principal y el que nos sustenta. Ahora debemos ejercer otros papeles para seguir estando muy presentes en la cadena de valor».

¿De qué factores concretos va a depender la rentabilidad del mantenimiento y reparación del V.I. en la movilidad que viene?

«La rentabilidad en nuestro sector es hoy una variable de incertidumbre porque depende de muchos factores internos y externos, y para mejorarla, si hablamos de la movilidad que viene, será obligatorio ser más profesional en cuanto a servicio, formación, y en inversiones en material especializado de taller y diagnosis».

¿Qué efectos puede tener sobre los talleres de V.I. el eventual auge del cliente de flota frente al transportista autónomo? ¿Cómo puede prepararse para ese escenario?

«Nuevamente en la rentabilidad de un negocio; pero igualmente en el nivel de exigencia y rapidez en el servicio que pide una flota respecto de un transportista autónomo. Prepararse, en mi opinión, es ser los mejores y más eficientes en lo que estamos reparando».

¿Cómo, si es que lo va a hacer, va a afectar a los talleres el vehículo industrial conectado?

«La sensorización electrónica y conectividad de los vehículos industriales es un facto ya y será mayor al considerar al camión como un servicio, que es lo que plantean las soluciones de ‘platooning’ con los camiones autónomos. Si tenemos en cuenta además la digitalización y la telemática de la industria, más tarde o más temprano, va a afectar en el funcionamiento y formación de los talleres independientes».

¿Qué papel juegan las redes de talleres de V.I.? ¿Qué aportan los talleres? ¿Qué deberían aportar?

«Las redes de talleres son el presente y el futuro de nuestro sector. Por todo lo mencionado con anterioridad es el lugar perfecto donde un taller puede abastecerse de toda la capacitación necesaria para afrontar los desafíos que se les presentan. De igual forma, las redes son conscientes de tales expectativas y cada vez se están preparando más».

¿Y los recambios? ¿Cómo van a ser los recambios y las reparaciones en la era de la nueva movilidad? ¿Podrán los talleres acceder a la formación e información técnica necesaria para seguir reparando los nuevos vehículos?

«Al igual que en el mercado de turismos, es y será un prerequisito acceder a la formación e información técnica de los vehículos industriales. Sin esa accesibilidad, difícilmente se podrán reparar y distribuir los recambios del futuro».

«Los cambios en la movilidad van a exigir un reciclaje permanente de los técnicos e inversiones para estar a la altura de lo que el mercado demande.», Marcos Alonso, Portomotor

«Los cambios en la movilidad van a exigir un reciclaje permanente de los técnicos e inversiones para estar a la altura de lo que el mercado demande.», Marcos Alonso, Portomotor

Distribuidor gallego de recambios para vehículo industrial que cuenta, además, con dos talleres especialistas en V.I., Portomotor es un referente en la posventa para vehículo pesado en Galicia donde cuenta con siete puntos de servicio en tres de las cuatro provincias gallegas, con una capacidad de almacenaje total que alcanza los 14.000 m². Marcos Alonso, su gerente destaca en esta entrevista, entre otras cosas, cómo la transformación digital llegará con fuerza al V.I. y cómo los talleres deberán estar muy atentos a las nuevas tecnologías que afectarán la forma de trabajar.

 

¿Cuáles son los desafíos actuales del taller de Vehículo Industrial?

«En mi opinión, principalmente son dos. Por un lado, nos enfrentamos a una transformación digital provocada por la entrada de las nuevas tecnologías en los vehículos, que si bien será más lenta en el sector del V.I., llegará con fuerza. Por otro, estarían los costes de explotación, que suben cada vez más y los talleres tienen mucha dificultad para trasladarlos a su facturación, por lo que las márgenes cada vez son menores».

¿De qué factores concretos va a depender la rentabilidad del mantenimiento y reparación del V.I. en la movilidad que viene?

«El problema fundamental, como decía, es que los costes de los talleres crecen de manera exponencial. No sólo los costes tradicionales como salarios, suministros, etc, sino los asociados a las nuevas tecnologías y sus aplicaciones: necesidad de equipamiento informático, herramientas de diagnosis, acceso a la información técnica, formación especializada… Y esto irá a más, pues los vehículos vendrán equipados con nuevas tecnologías y aplicaciones para las que los talleres deben prepararse, muchas veces con importantes inversiones en equipamiento y formación aparejadas. Por ello, hay que ser capaces de explicar a los clientes que los nuevos costes asociados a las tecnologías más modernas deben repercutirse para que el taller siga siendo sostenible, hacerles entender el plus de servicio y seguridad que supone la transformación digital del taller».

¿Qué efectos puede tener sobre los talleres de V.I. el eventual auge del cliente de flota frente al transportista autónomo? ¿Cómo puede prepararse para ese escenario?

«No cabe duda de que se pierde el contacto personal y el conocimiento cercano del vehículo propio que puede tener un autónomo. Muchas veces las decisiones sobre reparaciones y averías se toman a distancia, de forma aséptica y estandarizada, y casi siempre están basadas en la oferta económica más baja. Este cambio en el mercado, obliga a los talleres a estandarizar los procedimientos para el tratamiento de las averías de este tipo de flotas: rápida identificación del problema, informes y diagnósticos claros y precisos, rapidez en las reparaciones y, por supuesto, precio moderado, para que no suponga una carga de trabajo excesiva que no lleve a ningún lado».

¿Cómo, si es que lo va a hacer, va a afectar a los talleres el vehículo industrial conectado?

«Evidentemente, el V.I. conectado acabará afectando a los talleres, que deberán estar muy atentos a las nuevas tecnologías que influirán en su forma de trabajar. Pienso que las reparaciones cada vez serán más preventivas por la capacidad de predicción de los nuevos sistemas de diagnosis: veremos menos averías importantes siempre que los mantenimientos se realicen correctamente».

¿Qué papel juegan las redes de talleres de V.I.? ¿Qué aportan los talleres? ¿Qué deberían aportar?

«Creo que la incorporación de un taller a un red no supone ninguna ventaja en sí misma. No obstante, es labor de los responsables de dichas redes crear valor añadido, transformando el coste de pertenencia a la red, en algunos casos muy elevado, en una inversión que pueda resultar rentable y que genere ventajas competitivas. Estamos asistiendo a la creación de numerosas redes superpuestas que, en ocasiones, no ofrecen más que una imagen que no tiene mucho más detrás».

¿Y los recambios? ¿Cómo van a ser los recambios y las reparaciones en la era de la nueva movilidad? ¿Podrán los talleres acceder a la formación e información técnica necesaria para seguir reparando los nuevos vehículos?

«Estamos en una época de cambios muy importantes en la que los fabricantes están apostando por la investigación y desarrollo de nuevos componentes y herramientas para dar servicio a nuevas necesidades. En este sentido, es fundamental el acceso a la información técnica y la capacidad que se tenga de avanzar en la medida que lo hace el mercado. Todos estos cambios van a exigir reciclaje permanente de los técnicos e inversiones para estar a la altura de lo que el mercado de la reparación va a demandar. En este sentido, el problema será conseguir un retorno adecuado de todas esas inversiones en un entorno económico que se presenta poco favorable».